
Manuel Mariño
La gobernabilidad en las cooperativas
Introducción
La Gobernabilidad es elemental para el éxito y supervivencia de cualquier empresa, organización y gobierno. Durante los últimos años se reconoce que han existido y existen grandes problemas de gobernabilidad a todos los niveles, ya sea en gobiernos, empresas privadas, organizaciones políticas e incluso algunas de carácter social. Estos problemas se reflejan en un bajo nivel de eficiencia y eficacia en el logro de los objetivos organizacionales o de los Estados en el caso de los Gobiernos.
La corrupción administrativa y financiera es la que ha dado lugar a que la fluctuación cíclica que forma parte de los procesos económicos normales, se haya convertido en una profunda y trascendental crisis económica. Los mayores responsables son las entidades bancarias y financieras, que gozaron de un verdadero libertinaje en sus prácticas durante muchos años.
Esta crisis se debió en parte a la falta de regulación de ciertos instrumentos financieros creados por esas instituciones, pero también a la incapacidad de las autoridades de cumplir con su función protectora del consumidor y del ciudadano común; se permitió una espiral crediticia exponencialmente abrumadora a la capacidad de los beneficiarios para cumplir con sus obligaciones. Pero, sobre todo, se debe a que para fomentar un volumen de operaciones que justificara los absurdos salarios y bonificaciones de quienes organizaban esas piñatas de créditos riesgosos y turbios instrumentos derivativos, se desecharon las normas bancarias de responsabilidad que se suponía protegían los intereses de los ahorristas e inversionistas.
Es decir, es una crisis ocasionada por la avaricia, la especulación desenfrenada, el endeudamiento irresponsable y la pretensión absurda de obtener ganancias sin producir nada ni hacer esfuerzo alguno.
Dicho esto, debemos mencionar que las cooperativas no escapan a los problemas de gobernabilidad, los cuales se manifiestan principalmente en el desencanto y pérdida de interés en sus actividades por parte de sus asociados y asociadas.
La ingobernabilidad se manifiesta por medio de abusos y privilegios en ciertos niveles de la organización, en una mala administración de los recursos financieros, en el "gerencialismo" y "presidencialismo", en un mal servicio a los asociados y asociadas y una perpetuación de dirigentes, que se mantienen por muchos años en sus cargos, pero sin capacitarse para responder y aportar al buen gobierno de sus cooperativas.
Los cooperativistas deben desterrar aquellas prácticas existentes durante muchos años de algunos dirigentes concentrados en una lucha por el poder político que obedece a la búsqueda de ventajas personales y que son contrapuestos a la filosofía misma del cooperativismo.
Esa confusión entre los intereses personales y los de las cooperativas, la confusión de roles entre el Consejo de Administración, el Comité de Vigilancia y la Gerencia General, representan la mayor amenaza de corrupción, e incluso, de la propia supervivencia de las cooperativas, que se ven expuestas a diversas formas de juegos políticos, componendas o intrigas.
Qué se entiende por Gobernabilidad
Gobernabilidad es la capacidad de un sistema sociopolítico para gobernarse a sí mismo. Cuando un sistema está estructurado de modo tal que los actores estratégicos se interrelacionan para tomar decisiones colectivas y resolver sus conflictos conforme a unas instituciones o reglas de juego, se puede hablar de gobernabilidad.
También se puede decir que la Gobernabilidad:
Significa estabilidad política e institucional y eficacia decisoria y administrativa;
Hace referencia a la continuidad de las normas y de las instituciones y al ritmo, la coherencia y la intensidad de las decisiones;
Es la capacidad de adaptación permanente entre la norma y el acto, entre la regulación y sus resultados, entre la demanda y la oferta de políticas y de servicios públicos;
Se refiere a la madurez de la sociedad organizada y de su capacidad de asumir responsabilidades compartidas en la implementación de decisiones y en el arte del buen gobierno.
Las ciencias políticas, se refieren a gobernabilidad como la capacidad de gobierno, partiendo de la base de la “legitimidad” y para lograrla, todo gobierno debe actuar con “eficacia”. Desde esta perspectiva, gobernabilidad se entiende como “la situación en que interactúan un conjunto de condiciones favorables para la acción de gobierno que se sitúan en su entorno”.
Para que sea viable, la gobernabilidad debe cumplir con tres requisitos fundamentales:
Ser eficaz
Ser legítima
Ajustarse al estado de derecho
Un sistema de gobernabilidad se refiere al conjunto de valores, principios, políticas, reglas y órganos dedicados a los intereses de los diferentes actores ligados a la empresa: asociados y asociadas, clientes, directivos, empleados, proveedores, consumidores y la comunidad en general.
En el caso de las cooperativas, la Gobernabilidad es la capacidad de interrelación y equilibrio entre la Asamblea General, el Consejo de Administración, la Junta de Vigilancia, la Gerencia General y el personal administrativo y operativo, para proteger los intereses de sus asociados y asociadas.
La gobernabilidad en una cooperativa, se practica cuando se protegen los intereses de sus asociados y asociadas, contribuyendo a mejorar su calidad de vida. No basta con crear y alcanzar una imagen basada en la productividad o la calidad de los servicios, también es necesario garantizar la confianza. De ahí que como base de la gobernabilidad cooperativa, se sugiere el fortalecimiento de la ética, entendida ésta como el conjunto de los valores que inspiran la vida y el manejo de una organización empresarial.
En un próximo artículo trataremos el tema del Buen Gobierno Cooperativo y otros aspectos vinculados al mismo.
NOTA: Los puntos de vista y las opiniones expresadas en estos artículos inlcuidos en este blog son los de sus respectivos autores y no necesariamente reflejan los de Promocoop y sus asociados.
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