PROMOVIENDO EL DESARROLLO COOPERATIVO
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Manuel Mariño

14 de diciembre de 2020

La gobernabilidad en las cooperativas (tercera parte)

Finalmente y continuando con los dos artículos anteriores describimos a continuación algunos de los lineamientos generales de la gobernabilidad cooperativa así como algunas conclusiones.

Lineamientos para la gobernabilidad cooperativa

La práctica de los valores y principios cooperativos mencionados en los artículos anteriores, se convierte en la máxima expresión del gobierno en las cooperativas. Las cooperativas utilizan sus recursos de manera eficaz, estimulan la relación con los asociados y asociadas sobre la base de la confianza y se apoyan en la transparencia de sus actividades. Sin embargo, más allá de los transparentes beneficios económicos que persigue, se debe lograr generar bienestar en la organización y el entorno en el que actúa.

Los Doctores Cracogna y Uribe [1] recomiendan que los asociados y asociadas, todo directivo y empleado-a de la cooperativa debería cumplir con los siguientes lineamientos, además de otros que puedan definir cada cooperativa, de acuerdo a lo que sea aprobado a lo interno, y de acuerdo a su propia cultura organizativa:

Prudencia
- Actuar con pleno conocimiento de las materias sometidas a su consideración, además con la diligencia que un buen dirigente o administrador emplearía en sus propias actividades.
- Evitar acciones que pudieran poner en riesgo la finalidad de la función, el patrimonio o la imagen de la cooperativa ante la comunidad.

Justicia
- Tener siempre una disposición justa y equitativa para el cumplimiento de sus funciones, otorgando a cada persona lo que le es debido.

Probidad
- Actuar con rectitud y honradez, procurando satisfacer el interés general sin obtener provecho o ventaja personal, obtenido por sí o por interpuesta persona. Deberá asimismo exteriorizar una conducta honesta.

Templanza
- Desarrollar sus responsabilidades con respeto y sobriedad, usando las prerrogativas inherentes a su cargo y los medios de que dispone únicamente para el cumplimiento de sus funciones y deberes.

Responsabilidad
- Cumplir fielmente con sus deberes.

Obediencia
- Cumplir las órdenes que le imparta la Asamblea, en la medida en que reúnan las formalidades del caso y tengan por objeto la realización de actos de servicio que se vinculen con las funciones a su cargo, salvo el supuesto de arbitrariedad o ilegalidad manifiesta.

Independencia de criterio
- Evitar involucrarse en situaciones, actividades o intereses incompatibles con sus funciones.
- Abstenerse de toda conducta que pueda afectar su independencia de criterio en el desempeño de sus funciones.

Aspectos a tomar en cuenta en el Buen Gobierno Cooperativo

A la hora de analizar los aspectos que hacen a la buena gobernanza, merecen mencionarse entre otros, los siguientes, que por una cuestión de limitación en la extensión del presente artículo no vamos a desarrollar, pero que sí es necesario especificar en el manual de organización y en el código de ética de la cooperativa:

a) Derechos de los asociados y asociadas.
b) Deberes de los asociados y asociadas.
c) Representatividad de las y los miembros
d) Control y supervisión.
e) Conflictos de interés.
f) Rendición de cuentas.
g) Transparencia.
h) Disposiciones anti-soborno.

Conclusiones

El Gobierno Cooperativo se refiere a la forma en que se dirige y controla una cooperativa, las relaciones de poder entre las y los asociados, el directorio, la gerencia y el personal, así como otros grupos de interés. El buen gobierno en las cooperativas constituye una apreciación integral de la gestión cooperativa que se define como un proceso sistemático de dirigir, organizar y controlar la empresa cooperativa acorde con los principios y valores cooperativos. También se deben de tomar en cuenta los estándares mínimos de desempeño confiable y eficiente, con reglas y procedimientos para tomar decisiones acertadas, evaluando los riesgos y con un sistema efectivo de control interno y externo, que se correlacione con un código de conducta que genere valores de transparencia, confianza y credibilidad a todo nivel.

Un buen gobierno cooperativo, permite analizar, verificar y demostrar si una empresa cooperativa está siendo administrada en la dirección correcta, en cuanto a rectitud y transparencia (ética) sin dejar de ser eficiente al ofrecer sus productos o servicios a sus asociados y asociadas. Un modelo de buen gobierno cooperativo, busca reflejar una imagen de alto prestigio en todos los sentidos, con el fin de generar confianza y un valor agregado para sus asociados y asociadas. El cumplimiento de los principios cooperativos, al igual que sus valores, son la base para una gobernabilidad cooperativa adecuada, y deben ser las formas normales de conducirse y de actuar por parte de asociados y asociadas, directivos, gerentes y el personal que labora en cualquier cooperativa.

El Buen Gobierno Cooperativo no debe basarse sólo en el uso de un código de ética y/o de conducta como herramienta única de dirección. Es necesario plantear un modelo integral de dirección ética en el que el pilar fundamental es una cultura organizacional en la que todos los colaboradores de la organización desempeñan sus funciones de modo que no queden dudas sobre su integralidad y valores éticos. Dentro de este contexto, los valores y principios cooperativos que tipifican la Identidad Cooperativa, ligados a la eficiencia empresarial, serán la fuente de energía renovable que debe caracterizar a un BUEN GOBIERNO COOPERATIVO.

[1Cracogna Dante, Uribe Garzón Carlos (2003), Buen Gobierno Cooperativo, CONFECOOP, 1a Edición.

NOTA: Los puntos de vista y las opiniones expresadas en estos artículos inlcuidos en este blog son los de sus respectivos autores y no necesariamente reflejan los de Promocoop y sus asociados.

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