
Rodrigo Gouveia
La promoción de la Economía Social debe ser un objetivo de desarrollo sostenible
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas va por buen camino y a fines de este año estará completando la tercera parte de su ciclo vital. Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados en la Agenda constituyen una brújula para los gobiernos nacionales para la implementación de sus estrategias y políticas nacionales para el desarrollo sostenible.
La promoción y el desarrollo de un "tercer sector" que comprenda a las cooperativas y a otras organizaciones de la economía social no es uno de los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 (aun cuando podría argumentarse que debería serlo) y, muy probablemente, tampoco será contemplado en las políticas nacionales.
Es cierto que las políticas nacionales de promoción y desarrollo de la economía social pueden llevarse adelante sin vincularlas con los ODS y también es cierto que eso ya está ocurriendo en algunos países. No obstante, una vinculación directa entre la economía social y el desarrollo sostenible, probablemente garantizaría una mayor atención y asignación de recursos por parte de los gobiernos.
En consecuencia, uno de los desafíos para las estructuras representativas, como las federaciones y las confederaciones, consiste en mostrar que la promoción de las cooperativas y las demás organizaciones de la economía social no es solo una forma de construir un mundo mejor en términos de igualdad y justicia social, sino que ellas pueden ser herramientas poderosas para ayudar a alcanzar las metas del desarrollo sostenible. En otras palabras, aun cuando la promoción de la economía social no sea uno de los ODS contemplados en la Agenda 2030, los gobiernos deben ser conscientes de que las cooperativas y las demás organizaciones de la economía social pueden ayudarlos a alcanzar muchos de los objetivos incluidos en sus estrategias nacionales.
Por lo tanto, las estructuras nacionales de representación de la economía social deben fijarse el objetivo de incluir una política específica para su promoción como parte de las estrategias nacionales para el desarrollo sostenible.
¿Cuál es el enfoque más apropiado para conseguir este objetivo?
En primer lugar, es importante considerar que cualquier estrategia de incidencia política debe adaptarse a una variedad de factores como son la cultura, la estructura política, el tamaño y el peso de la economía social en cada país, entre otros. Sin embargo, hay algunos principios comunes que pueden servir como base para la acción:
Recopilar datos e información:
Al fundamentar una política, es importante brindar ejemplos y evidencias concretas respecto a cómo las cooperativas y las organizaciones de la economía social pueden contribuir en la práctica a alcanzar las metas de desarrollo sostenible. Estos ejemplos y datos deben ser representativos y replicables.
Elaborar un plan:
Hay muchas maneras de hacerlo, pero lo más importante es que exista un plan. El plan debe aportar una visión general de los objetivos, las iniciativas concretas, el plazo y los mecanismos para dar seguimiento y medir sus resultados, así como una descripción de los recursos necesarios.
Construir alianzas y partenariados:
Toda política impactará, positiva y negativamente, a una gran cantidad de partes interesadas. Identificar a aquellas que también podrían verse beneficiadas de estas políticas que se impulsen y establecer coaliciones con ellas, sería de gran utilidad a la hora de incidir sobre los decisores políticos.
Ser claros, consistentes y constructivos
Es esencial tener muy claras las políticas que se propone implementar. No se debe esperar a que sean los decisores políticos quienes presenten las soluciones para los problemas que se están analizando y siempre es positivo considerar cómo la resolución de esos problemas puede también contribuir a alcanzar los objetivos políticos de esos decisores. Es fundamental tener una comunicación consistente, con mensajes simples y prepararse para aportar información más detallada o específica, cuando sea necesario.
Siguiendo estos principios básicos, las organizaciones estarán en mejores condiciones de superar algunos de los desafíos que plantea la incidencia política lo que, espero, contribuya a integrar la promoción y el desarrollo de la economía social en las estrategias nacionales de desarrollo sostenible.
NOTA: Los puntos de vista y las opiniones expresadas en estos artículos inlcuidos en este blog son los de sus respectivos autores y no necesariamente reflejan los de Promocoop y sus asociados.
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